Después de desayunar iniciaremos un recorrido de dos días que llevará a conocer San Javier y Concepción, dos puntos clave de la Ruta de las Misiones Jesuíticas de Bolivia.
Históricamente, antes de que los colonizadores europeos llegaran al nuevo continente, los jesuitas fundaron un estado religioso e independiente en el Paraguay en 1609. Desde allí, se expandieron, originando otras misiones a las vecinas Argentina, Brasil y Bolivia, siendo los primeros en adentrarse en territorios inexplorados por los europeos.
La obra misionera de los jesuitas constituyó uno de los principales signos de identidad de la Compañía, y efectuó una importantísima labor, que no sólo fue notable por la creación de numerosos colegios, sino también por las peculiares características de su funcionamiento.
Cada comunidad jesuítica contaba con una iglesia y un líder propio que gobernaba con total autonomía sobre las comunidades indígenas locales. El proceso les servía para proveerse de bienes de subsistencia y organizar la vida económica. Además ofrecían a los indígenas protección contra la explotación de los colonizadores españoles o portugueses y les enseñaban la religión católica, entre otros.
La organización alcanza su periodo de máximo esplendor de la mano del infatigable padre suizo Martin Schmidt, quien no sólo construyó las misiones de San Javier, Concepción y San Rafael de Velasco, en Bolivia, sino que también participó en otros proyectos relacionados con la música o la lengua.
Sin embargo, el éxito de la orden murió a mediados del siglo XVIII, cuando los conflictos políticos de la vieja Europa y la lucha insaciable por el poder entre la Iglesia católica y los gobiernos de Francia, España y Portugal, condujeron finalmente al rey Carlos III, a ordenar la disolución de las misiones en 1767.
Olvidada por el mundo durante más de dos siglos, la historia de estos territorios cautivaron al público cuando la película La misión, ganadora de la Palma de Oro, en 1986, narró de forma espectacular los últimos días de los sacerdotes jesuitas de la región. Y de hecho, el creciente interés por esta colaboración única entre la orden misionera y la cultura chiquitana en Bolivia llevó a la UNESCO a declararla Patrimonio de la Humanidad, en 1991.
Actualmente, y gracias a más de 25 años de obras de restauración, las antiguas iglesias misioneras han sido restauradas hasta el punto de recuperar su esplendor original.
El punto final de hoy será llegar a Concepción. De camino, pero pasaremos por varias localidades y podremos apreciar los magníficos paisajes de los parques naturales por donde pasamos. Además también, pararemos en la Misión de San Javier, la misión jesuítica más antigua, establecida en 1691 y donde se fundó la primera escuela de música de la región. Haremos una visita de esta población dedicada a la agricultura y la ganadería para conocer la Misión y su iglesia.
Después de comer en un restaurante, seguiremos hacia Concepción, donde nos alojaremos esta noche. Cena y alojamiento.