Habiendo desayunado, saldremos con jeeps para hacer una pequeña aventura que nos llevará hasta el lugar conocido como La Gran Piedra, una inmensa roca de origen volcánico, considerada la tercera más grande del mundo de este tipo, y bautizada con el nombre del coloso de las nubes. Situada en el macizo montañoso de la Cordillera Maestra, a más de 1200 metros de altitud, aquí encontraremos un lugar ideal para la observación de especies endémicas de flora y fauna.
Tomaremos la carretera panorámica de Boconao que nos llevará a hacer una primera parada en el jardín Ave del Paraíso, donde encontraremos un conjunto de áreas destinadas al cultivo de más de 40 especies de plantas y flores ornamentales.
Al llegar a la falda de la Gran Piedra, bajaremos del jeep y seguiremos por un sendero escalonado que nos subirá hasta la cima. El trayecto será duro, ya que el recorrido consta de 454 peldaños que os llevarán hacia el mirador, pero la ascención valdrá la pena, por el hecho de que a lo largo del camino, podremos disfrutar de uno de los paisajes naturales de mayor belleza de la zona, que cuenta con un microclima particular y endémico, con multitud de helechos, orquídeas, moles, y una rica fauna. Desde la cima, podremos disfrutar de una vista panorámica excepcional e inigualable, con la ciudad de Santiago, la bahía, el Santuario de Cobre y la laguna Boconao como telón de fondo.
Bajaremos y seguiremos con jeep hacia el museo La Isabelica, el primer museo fundado tras el triunfo de la Revolución Cubana, el 18 de mayo de 1961, declarado Monumento Nacional. Podremos conocer su historia, apreciar elementos de su conjunto original y aprender un poco más sobre la recolección y preparación del café.
Después de una emocionante mañana, disfrutaremos de la comida en un restaurante.
Por la tarde, haremos una última actividad antes de volver al hotel. Como ya sabéis, Santiago es reconocida por tener un rico patrimonio artístico con muchísimos valores culturales que viven dentro de sus orgullosos pobladores. Tal es el caso de la danza Tumba Francesa de La Caridad de Oriente, un grupo de fuerte tradición folclórica, que se ha convertido en un tesoro en la ciudad.
La Tumba Francesa, que literalmente significa tambor francés, tiene sus raíces en la migración de colonos franceses procedentes de Haití y sus esclavos de origen africano, llegados del oriente de Cuba a finales del siglo XVIII, debido a la Revolución Haitiana, donde además de cultivar café, cultivaron también, su cultura.
Hoy visitaremos la sede de La Caridad de Oriente, la más antigua de todas, que fue fundada el 24 de febrero de 1862, en las zonas de cafetares de Santiago de Cuba, específicamente en El Caney. Un espacio familiar con más de ciento sesenta años de historia, por donde han pasado hasta ocho generaciones, que mantienen y continúan la tradición. Conoceremos un poco más su historia y los orígenes de esta danza, declarada Patrimonio Mundial Inmaterial.
Llegada al hotel, cena y alojamiento.