El Festival de la Limón y la Riviera Francesa

Salida en autocar desde los diferentes puntos de recogida en dirección hacia la Costa Azul. El viaje en autocar nos permitirá hacer el trayecto de la forma más confortable. Desayunaremos a bordo y para hacer el viaje más corto, tendremos el autocar bien equipado.

Almorzaremos a Arles en un restaurante local y a continuación, realizaremos una visita guiada a pie de esta ciudad romana atravesada por el majestuoso río Roína y que inspiró a Vincent Van Gogh en sus pinturas. Esta ciudad milenaria nos sorprenderá con sus magníficos monumentos como su anfiteatro y el teatro romano.

Seguiremos en ruta y por la noche, llegaremos a Cannes, donde nos alojaremos las cinco noches en un hotel del centro de la ciudad.

Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y dedicaremos la mañana a la visita de Cannes, una población relacionada con el glamur, el lujo y la animación. Esta pequeña ciudad es conocida en todo el mundo por su Festival Internacional de Cine; sin embargo, y más allá de sus excentricidades, este antiguo pueblo de pescadores con más de dos mil años de historia, ofrece interesantes atractivos turísticos como un centro histórico lleno de encanto, diferentes museos, y un enorme paseo marítimo, entre otros.

A lo largo de la visita, tendremos tiempo de acercarnos hasta el Boulevard de la Croisette, un amplio paseo peatonal que discurre paralelo al mar Mediterráneo y que data de 1838, donde se encuentran algunos de los establecimientos más lujosos de la ciudad. Pasaremos por delante del Palacio de Festivales y Congresos y seguiremos hacia el barrio de Le Suquet, para descubrir el casco histórico de la ciudad, situado justo al lado del Vieux Port, formado por calles estrechas empedradas, con pintorescos rincones que muy seguro que no nos perderemos.

Almorzaremos en un restaurante local y disfrutaremos de un rato libre.

Por la tarde, a la hora convenida, saldremos en autocar para dirigirnos hacia Menton, situada en la punta de la Costa Azul, justo antes de llegar a Italia.

Aquí los limoneros y naranjos perfuman la ciudad y nosotros nos acercaremos en uno de los momentos más mágicos del año, cuando se celebra la colorida y vibrante Fiesta del Limón. Un evento, único en el continente, que emplea hasta 145.000 kg de naranjas y limones. Este no es un carnaval cualquiera, sino que los cítricos son los protagonistas, adornando carrozas y figuras que pueden llegar hasta los 10 metros de altura.

Al llegar, nos podremos acercar hasta los jardines de Biovés, donde se exponen algunas esculturas creadas por varios artistas.

Debido al horario del espectáculo, hoy no hemos podido incluir la cena, pero estamos seguros de que tendremos un rato libre para poder hacer un paseo o tomar algo antes de que empiece el espectáculo.

Hoy os proponemos un itinerario para explorar Antibes y la emblemática ciudad de Niza, popularmente bautizada por sus habitantes como, Niza la Bella.

Saldremos del hotel y nos dirigiremos primeramente hacia Niza, un lugar privilegiado de Francia, auténtico, donde el sol brilla todo el año, donde encontraremos la opulencia europea y sobre todo, disfrutaremos de su vida bulliciosa y animada.

Niza es la quinta ciudad de Francia, pero parece estar entre las primeras en el corazón de los franceses. Es la ciudad de los artistas, de los escritores, de los músicos y los jóvenes. El lugar donde el sol, se alía con el hinojo, el ajo y el romero para realzar una cocina rica en especialidades, con notables influencias de las vecinas tierras de la Provenza e Italia.

El centro antiguo está delimitado por el castillo, el bulevar Jean-Jaurès y el cours Saleya. Históricamente, sus habitantes se instalaron en la conocida colina del Castillo, pero a finales del siglo XIII, la población descendió hacia el oeste, ya que, en el siglo XVI, la parte alta se fortificó, quedando el barrio completamente deshabitado. El núcleo histórico actual data de los siglos XVII y XVIII y está construido en un estilo arquitectónico bastante austero, que juega con la luz y el color, con tonalidades que van desde el amarillo hasta el rojo.

Conoceremos la ciudad haciendo una visita panorámica de la ciudad, donde podremos ver el emblemático Paseo de los Ingleses, la icónica avenida de la ciudad y nos adentraremos entre las calles de la Vieux-Nice, pasaremos por el mercado de las flores y veremos algunos de sus puntos más emblemáticos.

Después de comer, nos trasladaremos hacia la vecina ciudad de Antibes. Con su puerto lleno de barcas, sus murallas del siglo XVI y sus estrechas calles empedradas y floridos, no es de extrañar que este municipio cautivador haya robado el corazón a tantos artistas y escritores como Graham Greene, Max Ernst y Picasso, quien incluyó la ciudad en varias de sus pinturas.

Haremos un paseo del casco histórico, que mantiene todavía algunas de sus murallas y visitaremos el museo de Picasso, emplazado en el castillo Grimaldi d’Antibes, declarado Monumento Histórico y propiedad de la familia Grimaldi desde el siglo XIV hasta la Revolución Francesa. Este museo nos mostrará la cronología de los «Picasso d’Antibes», desde la posguerra hasta el final de la década de 1940, con obras importantes del artista como La alegría de vivir o La cabra, entre otras.

Acabadas las actividades volveremos hacia Cannes para cenar. Alojamiento.

Desayuno en el hotel. El día de hoy será dedicado a conocer unos de los atractivos arquitectónicos de la Provenza, los llamados villages perchés, pueblos y villas construidos durante la Edad Media en las cumbres de las montañas para defenderse de los enemigos. Desde su posición elevada podían vigilar el horizonte de las llanuras y la costa.

En general, estos pueblos estaban protegidos por murallas y su corazón poseía un entramado laberíntico de callejuatos tortuosos, escaleras, arcos y pasajes. Poco queda ya de las antiguas comunidades campestres después de las reformas agrarias del s. XIX y de los años de pobreza y despoblación. Aunque, hoy en día, muchas de ellas han sido rehabilitadas por una nueva generación de artistas y artesanos.

La primera parada de hoy será en la villa de Grasse, que se enclava en una colina a 350 metros de altitud, dominando los valles llenos de color por la cantidad de flores, rosas, gemelos y arddos, que sirven para hacer conocidos perfumes.

Y es que el perfume es la seña de identidad de la ciudad, por lo que, atrae cada año a miles de turistas. A lo largo de la mañana tendremos la oportunidad de visitar el museo del perfume Fragonard.

Sin embargo, Grasse es una magnífica ciudad medieval fundada en el siglo VII que posee auténticos tesoros de la arquitectura genovesa y provenzal, con interesantes muestras de palacetetos y casas restauradas de los siglos XVII y XVIII, callejuegos estrechos y laberínticos que conducen a la bella catedral, porches, arcadas y plazas con fuentes llenas de encanto y numerosas tenguetas donde comprar productos locales.

Almorzaremos en un restaurante local.

La siguiente parada de hoy será en la villa de St-Paul-de-Vence, un pueblo que sigue conservando muchos de los principales rasgos más característicos de las villas de montaña, donde aún quedan las murallas medievales.

Este es, sin duda, uno de los pueblos más bellos de la Costa Azul y actualmente, se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Francia. Su idiosincrasia ha enamorado e inspirado a numerosos artistas, como Picasso o estrellas como Yves Montand y Roger Moore.

Haremos un paseo por sus calles que nos llevarán desde la Puerta Real a la Puerta Sur, pasando por jardines y plazoletas, admiraremos magníficas fachadas de piedra y veremos, algunas galerías de arte y tenderos con productos artesanales.

Para terminar, volveremos a Cannes. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y a la hora convenida salida con el autocar para llegar a Mónaco, el segundo principado más pequeño del mundo, únicamente superado por el Vaticano, símbolo del lujo en la Costa Azul y sobre todo, mundialmente conocido por acoger el Gran Premio anual de la Fórmula 1.

Históricamente, este núcleo tan conocido, ha sido desde tiempos remotos un lugar cobarde. El abrupto peñasco fácil de defender y el pequeño puerto bien resguardado situado en una cala natural, atrajeron ya, las antiguas civilizaciones, como los fenicios y los griegos. Posteriormente, pasaron los vasos, lombardos y sarracenos, hasta que Mónaco cayó en manos de los genoveses. En aquel tiempo, la ciudad estaba dominada por dos facciones: los güelfos, aliados del papa y los gibelinos, partidarios del emperador germánico. Pero en 1297, François el Malicioso, un Grimaldi y güelfo genovés, disfrazado de monje franciscano se apoderó con astucia del señorío de Mónaco y desde entonces, sus herederos han llevado el apellido y las armas de los Grimaldi.

Almuerzo en un restaurante y hoy, haremos un recorrido por el barrio de Le Rocher, el casco antiguo de la ciudad donde se enclava el palacio principesco y la catedral, de estilo románico-bizantino construido en 1875. Posteriormente, seguiremos conociendo la ciudad con la visita del famoso barrio de Monte Carlo, el distrito más emblemático, que acoge el circuito de la Fórmula 1, la plaza del Casino o el Boulevard des Moulins.

Almuerzo en un restaurante. Acabadas las visitas volveremos a Cannes. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel.

Esta mañana, iniciaremos el camino de regreso hacia casa.

En ruta, os proponemos hacer una última visita panorámica de la ciudad Marsella, considerada una de las más antiguas de Francia y fundada por los foceus en el año 600 a.C. Después de que los romanos dejaron su huella, la ciudad continuó desarrollándose mediante una verdadera mezcla de culturas. La visita nos llevará desde el puerto viejo hasta el Palacio de Longchamp o el monumento de los héroes.

Almorzaremos en un restaurante local para degustar la famosa especialidad local, la bullabessa y finalmente, iniciaremos la vuelta hacia Cataluña en nuestro confortable autocar hasta los mismos puntos de recogida del primer día.